Tras la lluvia récord, la Provincia confirmó que la obra del arroyo Durán “respondió con eficiencia”

La tormenta de alta intensidad que afectó a la ciudad de Neuquén puso a prueba el sistema de saneamiento y sistematización del arroyo Durán, una de las obras hídricas más importantes que la provincia ejecuta desde hace varios años. Según informó la Subsecretaría de Recursos Hídricos —dependiente del Ministerio de Turismo, Ambiente y Recursos Naturales—, la infraestructura respondió “de acuerdo a su diseño técnico”, lo que permitió un drenaje eficiente y evitó mayores complicaciones urbanas.

Durante el pico del evento, el arroyo mostró el comportamiento esperado para lluvias extraordinarias: el cauce habitual trabajó a capacidad plena y, al superar su nivel, el excedente se expandió hacia las bermas laterales construidas precisamente para aumentar el volumen de conducción en situaciones de tormentas intensas. Estos espacios adicionales funcionan como canales de desborde interno, permitiendo que el agua circule sin abandonar el sistema. Una vez que disminuyó la intensidad de la lluvia, el escurrimiento volvió progresivamente al cauce central.

Las imágenes registradas durante la tormenta muestran el funcionamiento previsto: barandas cubiertas por el nivel del agua, el cajero con capacidad colmada y el desborde controlado dentro de los límites establecidos por el diseño hidráulico. Incluso la zona de expansión de 12 hectáreas prevista en el sector de Ciudad Deportiva —destinada a eventos extremos— no necesitó activarse.

La obra del arroyo Durán forma parte de un proyecto estratégico financiado en gran parte por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), a través del Programa 2929, y ejecutado por la UPEFE. El plan contempla unos 10 kilómetros de sistematización desarrollados por etapas, con aportes combinados de Nación, Provincia y financiamiento internacional. Además del rediseño hídrico, el proyecto incluyó la recuperación de un antiguo ingreso de agua que devuelve al arroyo su dinámica natural —originalmente un brazo del río Limay— y la puesta en valor del espacio público con senderos, iluminación y áreas recreativas.

En los días previos a la tormenta se realizaron tareas de limpieza y mantenimiento sobre 14 kilómetros del sistema, lo que contribuyó a una mejor respuesta durante el episodio climático. “La obra cumplió su función: condujo el caudal extraordinario dentro del sistema, evitó anegamientos mayores y permitió un escurrimiento ordenado cuando la tormenta comenzó a ceder”, señalaron desde Recursos Hídricos.

Si bien aún hay sectores de la ciudad que requieren trabajos complementarios, previstos en los planes provinciales, el tramo intervenido del arroyo Durán mostró un comportamiento hidráulico sólido y acorde a lo proyectado para eventos de esta magnitud.

Fuente: Secretaría de Prensa y Comunicación a cargo de Claude Staicos.