Detienen a un ciudadano ruso en República Dominicana y reavivan la alerta por espionaje en América Latina

El arresto de Dmitrii Novikov en Bávaro expone una red global de desinformación vinculada a Rusia. Argentina y Brasil también figuran entre los países donde operó el proyecto Lakhta.

Pasó en el mundo01 de diciembre de 2025Esmeralda LopezEsmeralda Lopez
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La detención de Dmitrii Novikov en la localidad de Bávaro, en República Dominicana, volvió a encender las alarmas sobre las operaciones de espionaje ruso en América Latina. Novikov, de 25 años, está acusado de liderar una red de ciberinfluencia vinculada al Proyecto Lakhta, que busca difundir desinformación y generar inestabilidad política. Las autoridades incautaron pruebas de su implicación en propaganda digital y tráfico de armas.


En Argentina, el entonces vocero y actual jefe de gabinete, Manuel Adorni, reveló en junio una investigación de la Secretaría de Inteligencia que derivó en la detención de dos ciudadanos rusos, Lev Andriashvili e Irina Iakovenko. Ambos fueron señalados como responsables de coordinar una red que buscaba influir en la opinión pública, mediante redes sociales y vínculos con organizaciones locales, en favor de los intereses del Kremlin.


El Proyecto Lakhta, cuyo nombre proviene del barrio donde nació la agencia en Rusia, está enfocado en crear redes de desinformación a nivel global. Desde 2016, ha centrado sus esfuerzos en Estados Unidos, manipulando redes sociales para influir en las elecciones. Según informes, se publicaron más de 80 mil posteos entre 2016 y 2017, llegando a más de 126 millones de estadounidenses solo en Facebook.


Además del caso argentino, otro operativo relevante fue el de una pareja de espías rusos que vivió en Buenos Aires bajo identidades falsas. Se hacían llamar Ludwig Gisch y María Rosa Mayer Muños, pero en realidad eran agentes del SVR ruso: Artem y Anna Dulcev. Fueron detenidos en Eslovenia y repatriados tras confesar su rol como espías encubiertos del régimen de Vladimir Putin.


En Brasil, la “Operación Este” destapó otro capítulo del espionaje ruso. El país fue utilizado como plataforma para crear identidades falsas con pasaportes brasileños. Uno de los casos más notorios fue el de Sergey Cherkasov, alias “Victor Muller Ferreira”. Se identificaron al menos nueve agentes rusos con documentación brasileña que les permitía moverse libremente por el mundo sin levantar sospechas.


El caso en República Dominicana marca un nuevo nivel de preocupación en la región. Las autoridades locales temen que “La Compañía”, como se ha denominado a la estructura operativa, ya no sea una amenaza externa, sino un actor activo dentro del país. Novikov habría utilizado criptomonedas como Bitcoin y Ethereum para financiar sus operaciones, ampliando así el alcance y sofisticación de este esquema transnacional.

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